dimarts, de març 20, 2007

DE VACAS GORDAS A EUCALIPTOS FLACOS

Mario de Souza
Diario La Republica, Montevideo, Uruguay

En los albores del siglo XX, integrábamos el club de proveedores de
carne y lana de Europa. Nuestra elevada productividad en proporción a nuestra
población- 800.000 hab.,24:000.000 de lanares y 11.000.000 de vacunos,
en 1908-, nos permitió atrapar parte de los recursos generados
sustituyendo importaciones, es decir, dejando de importar artículos
para importar bienes de capital con los cuales producir localmente todo los
bienes imprescindibles para los habitantes del momento, satisfaciendo
sus necesidades básicas de vestido, y metalurgia liviana. Todo ello en
el marco de las crisis militares y económicas europeas, que nos
proveían de inmigrantes y nos obligaban a autoabastecernos de productos básicos.
El modelo se estanca en los años cincuenta con una población en el
entorno de los 2.400.000 y unos 9.400.000 bovinos, el mestizaje de los
planteles permitió llegar al tope de producción cárnica por há de
pradera natural, con menos animales. Pero la lana fue mundialmente
sustituida por las fibras sintéticas.

"El proceso", fase I: El modelo vacuno no pudo superar la relación de
un habitante cada cuatro novillos, colmada en 1950. Por otra parte, la
Europa de posguerra se volvió autártica. La vieja oligarquía vacuna, (...)

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