Agrocombustibles versus soberanía alimentaria

Silvia Ribeiro
ALAI - 21/03/2007
Malí, que alojó en febrero el Foro Mundial de Soberanía Alimentaria «Nyéléni», es uno de los diez países más pobres del mundo, si se mide en dinero. Sin embargo el país tiene recursos como oro y algodón, pero la herencia colonial y las imposiciones de la OMC, el FMI y el BM han sumido a su población en la miseria. Aún así, Malí sigue siendo un país rico. No por esos recursos, muy vulnerables a cambios tecnológicos y de mercado, sino por otros tesoros: el 80% de la población sigue ejerciendo la sabiduría de cuidar y producir, en formas diversas y locales, sus alimentos y medicinas y los de sus animales, la fibra de sus vestidos y tejidos y los materiales para sus viviendas, pese a climas de intenso calor y sequía y a las múltiples capas de dominación externa.
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