divendres, de maig 25, 2007

A quién beneficia el negocio de los biocombustibles

Elizabeth Bravo, Acción Ecológica
Biodiversidadla.org, mayo de 2007

En el mundo hay unos 800 millones de automóviles que consumen más del 50 por ciento de la energía producida en el mundo, lo que hace del automóvil individual el primer causante del efecto invernadero. A pesar de que existe un consenso de que el cambio climático es una realidad, no hay intenciones serias de cambiar el estilo de vida que lo causa. En lugar de ello se buscan soluciones tecnológicas que permitan mantener las ganancias de las empresas que se benefician de este modelo...
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1 Comments:

At 10:21 p. m., Blogger Pau said...

Muy buen artículo!

Dentro de los parámetros en que se agita nuestra sociedad, todos estos "matrimonios de conveniencia" que se van estableciendo entre grandes trans-nacionales son bien lógicos... Y aunque no fueran ciertos (que no lo dudo), terminarían por llegar.

En definitiva, coincido en las conclusiones:

- los biocombustibles no serán una solución para frenar el cambio climático, a menos que cambiemos el modelo de desarrollo y los patrones de consumo de energía.

Estos cambios se inscribirían dentro de unas dinámicas y estrategias de DECRECIMIENTO SOSTENIBLE del "primer mundo", de una profundidad extraordinaria, sustancial, fundamental. Puede que nuestra sociedad no esté preparada aún para asumir tales re-estructuraciones, hablando en el plano ético-moral. Evidentemente, tampoco lo estariamos a nivel práctico.

-trabajar por una sociedad que respete y se solidarice con los demás pueblos (la soberanía alimentaria y energética quedan, evidentemente, incluidas en dichos respeto y solidaridad).

Volvemos al plano ético-moral: los valores que imperan a día de hoy tienden más hacia la competitividad que hacia la solidaridad o la cooperación, la agresión se impone al respeto, el temor por lo desconocido alimenta el odio...

-El problema que estamos enfrentando ahora es de escala: la crítica no va dirigida al uso de aceites vegetales y demás biomasa para el abastecimiento de las necesidades energéticas de PEQUEÑAS COMUNIDADES LOCALES.

Entonces, la lucha se debería focalizar en combatir el modelo de crecimiento (sea sostenible o no) que fomentan todos los colores políticos y, por ende, sus estrategias propagandísticas. Entre todas ellas, cabe destacar la que, a mi entender, es de las más perniciosas: la apropiación de los términos que van de "lo sostenible" para acabar de desinformar a una opinión pública que, presa del agobio que supone la conciencia de las destrucción del medio natural a escala global, prefiere agarrarse aún sabiendo que se trata de un clavo ardiendo...


Entonces, como debemos afrontar tal profunda crisis ? A mi entender, la crítica a las políticas que se persiguen (a gran escala) con los agro-combustibles es clave para desatar un proceso de reflexión (individual y colectiva) que catalice el progreso inexorable hacia el decrecimiento (sostenible, espero por el bién de todas)

 

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